El Camino

La forma en la que caminamos es la forma en la que llegaremos.

Preguntas: ¿Estoy haciendo lo que quiero hacer? ¿Estoy haciendo lo que debo hacer para ser mi mejor versión? ¿Estoy dando lo mejor que tengo para dar en este momento?

El camino es todo porque en realidad no hay meta. La meta es solo mental. Lo verdaderamente interesante es la persona que consigue esa meta. ¿Qué tan distinta es a lo que soy hoy? Es ahí donde está la clave del camino. No es donde me lleva sino quien soy y en quien me estoy convirtiendo día a día, paso a paso, momento a momento.

El camino nunca es llano. Hay curvas, obstáculos, animales, tormentas, sol, agotamiento, paisajes que contemplar. A veces ayudan, a veces no. Lo que te garantizo es que siempre hay personas, más adelante o más atrás, cada quien a su ritmo, caminando el camino. Cuando se genera el encuentro con esas personas es porque ambas almas están dispuestas a un intercambio que beneficia a ambas. 

En el camino, todo es ganancia. A veces parece que algunas personas se quedan muy atrás y que nunca las volveremos a ver. Pero la vida nos vuelve a sorprender y como por arte de magia, de nuevo aparecen; con más luz para llenarnos de energía, extendernos la mano, sanar nuestras heridas, para que podamos seguir caminando con más fuerza. 

Ahí está el valor de los caminantes, en la vulnerabilidad compartida que expande, siempre expande. 

El camino es mágico y la magia solo sucede caminando.

Con amor,

Romi